Abriendo el álbum de recuerdos, ya polvoriento, mis ojos pasean por encima de unas imágenes, casi ya olvidadas. A cada página que abro, una nueva sensación vuelve a mi corazón, trayéndome como regalo para mis sentidos, todos los minutos de una vida, ya vivida, de unas experiencias ya aprendidas. Y rebobinando la cinta del tiempo, vuelvo a sentir, ese sol, calentando mi piel, ese paseo junto al parque, ese baile a la luz de la luna.... Sigo repasando, una por una, las imágenes de toda una vida, pensando, que sólo reflejan, momentos felices, momentos en los que imaginaba, ser la dueña del mundo, y una lágrima brota de mis ojos. Mi mente me dice, como traicionera, que todos esos momentos ya no van a volver, que ya no habrán, bailes a la luz de la luna, ni más paseos junto al parque y no puedo evitar sentirme triste, pensando: ¿Como, algo que transmite tanta alegría y que guarda tanto amor, puede tornarse tan triste?. Comprendo, cerrando otra vez el álbum, que cada vez que lo abra, mi cor