María Tortosa

Volveré, a tu boca testaruda a besarla con ternura y a comérmela otra vez... Volveré, con la mirada desnuda contenida con la duda de hacerte daño otra vez... Pero es que soy como el pez que bordea en tu figura cristalina, limpia y pura resbalando por tu piel... Volveré, por tu hermosura a comer de tu cintura la fruta fresca de tu hiel... Volveré, como el abrigo adornada por tu ombligo y endulzada con la miel... Porque soy como el pez buscando una salida una puerta referida que me arranque de tu piel... Volveré, como la herida dolorosa en la noche fría besando tu boca fiel... Volveré, que nada lo impida a adornar toda tu vida envuelta en un fino papel...

Sentada ante el Júbilo , de verlo todo acabado todo ya pasado, una alegre sonrisa ilumina ahora mi rostro cansado. Y observo y pienso, que ha merecido la pena, cruzar de ésta manera. Llegar al otro lado luchando contra viento y marea. Ahora puedo mirar atrás, con los ojos chispeantes, lo que pena y dolor era antes alegría y calma son ahora mis relajantes. Júbilo a entrado en mi casa, como un esperado visitante dejado su huella impactante. Haré que sienta cómodo para que tarde en marcharse, consiguiendo de algún modo que Júbilo quiera quedarse.

Opaca y longeva , caminaba la dama errante, hasta en aquel mismo instante en que mi alma viera. Con horrible muesca cortante, hiciera que mi aliento contuviera . Es mi destino y no obstante, apartarme de ti, yo quisiera. Que mi aliento vendido fuera. !Es tan oscura, tu mirada penetrante! mi brazo en alto al acercarte, detiene tu lenta andadura. Con tu aliento gélido , me dejas muda. !No sigas, dama errante! No me cubras con tu amargura, mi alma aún está espectante de amor, dulzura y ternura.

Tormento son tus sienes tus llantos mis simientes, nonato gestándose entre algodones en mi vientre. Latido de un beso, contenido y ardiente, no delates al sirviente que da de comer a tu diente, deja de latir los latidos cuando digas que no lo siente, que no hay nada sentido en un nonato protegido y relaja tus sienes, duérmete en mi latido. Acúnate, amado durmiente en el calor de mi vientre y planta tu simiente, para que nazca el perdido. De cierto es sabido, que el nonato será elegido para unirnos en ésta vertiente. No delates al naciente, alejados en un camino contenido y ardiente, tus llantos son mi simiente.

Agua turbulenta, que lleva la corriente me arrastra, me voltea y no me importa la gente. Me lleva acunada, tentada por pensar que por ti he sido amada. Agua en mi pelo enredada que me empuja a subir, bajar y detenerme varada en las rocas de tu orilla anclada. En ésta corriente revuelta que me hace volver a tu lado, entrando y saliendo tu también estas parado. Detenido por el agua de corriente, que me sube me baja para tirarme luego inerte. Torbellino de fuerza contenida que quiere ahogarte, quitándome a mi la vida. Torrente que nace, de la pasión escondida que nos rodea, nos abraza nos alza y nos tira. Agua turbulenta que baja contenida que arrastra, me voltea y contra las piedras me golpea. Los remolinos no saben que la buena madera con la furia del agua se estropea. Conducida por la corriente que me importa la gente, si yo solo quiero contenerte. Ser presa o puente, frenar tu continua corriente...

soñar en quererte que mis labios de pasión inerte besen tu boca, suave y fuerte. Que tu aliento caliente, erice mi piel ardiente, que por dentro me haga moverme.. Tus caricias por mis caderas paseen y mis manos en tu espalda se mareen. Mi boca recorra tu frente y tu me muerdas para que despierte. Con mi dedo tu torso recorrerte y tu mano cubra mi pecho turgente, cubierta con tu cuerpo, haciendo el mio floreciente. Dejemos que las letras, se desborden en pasión ardiente, déjame beber de tu boca la miel dulce y candente.. Deja que mi calor, se funda con tu ardor. Cómeme la vida, yo te daré mi amor..

Antorcha encendida, delatora de mis soledades proyectora de mi sobra perdida, en los muros de éstas ciudades. Con la llama alta prendida, surcando el cielo, produciendo herida. Purificadora llama, que de mi boca quede prendida, el fuego que algún día quemará ciudades erguidas de mentira. Sombra mía , transmitida sobre todos los mortales, mantengan sus antorchas encendidas porque sólo así sabré encontrarles, sólo así podré salvarles de pervertidas oscuridades. Hágase la luz, rodeados de hogueras encendidas , que el fuego purifica todas las almas vendidas. Antorcha delatora, de todas mis soledades, alumbra a mis amistades que cómo luces en mi vida yo sabré encontrarles.

Pero, que fácil lo haces con tu dulce ingenuidad. Deja ya los disfraces y asómate con la verdad. Quítate la careta, de infame seguridad y enfréntate a la realidad. Ya sabes lo que hay. A mí no me puedes engañar, así que deja ya de divagar, por ese, tu mundo irreal. La vida se crea apoyada sólo en la verdad y ya no es carnaval, para con la mentira, tu virtud disfrazar. Deja de lado las caretas y mírame sin tu rostro bajar, que el mio con vergüenza no conseguirás tapar. Si tú quieres vivir en mentira, yo prefiero soñar mi verdad y seguir por la vida, sin mi cabeza tener que agachar. Enséñame el coraje, el antifaz de la libertad y dejaré que te disfraces, cuando llegue, carnaval.

Que cuatro dragones me comieran, aire, fuego, agua y tierra cada vez que en mi mano, tu aliento leyera... Que tu frialdad convirtiera, mi razón en gárgola de piedra que colocarme inerte quisiera a tus pies, de cualquier manera.. Dejar que crezca en mi la hierba, y me cubra el jazmín y la azalea.. Será la única manera de poder seguir entera. Que cuatro dragones resurgieran, aire, fuego, agua y tierra porque no quiero vivir ciega. Sin que el agua de la losa pueda, arrancar ni un pedazo de hierba. Sin que el fuego prenda de mi piel de gárgola de piedra. Sin que el aire aprenda, que de tu aliento mi mano está llena. Sin que la tierra entienda, que en tus raíces, mi vida se enreda.

Si por equivocarme, tengo que vivir con el alma vendida... Que empiece la subasta de toda mi vida... Si herir tu corazón, con mi falta de control, te hiciera correr en otra dirección... Un error cometí, y con aliento contenido perdón te pedí.. Sabes que no soy perfecta y yo, que tu corazón herí, arrastrada por un impulso, la razón omití.. Ahora creo, que debo partir. Marcharme de tu lado un tiempo, para que podamos sobrevivir.. Si sigo junto a ti, se que nos volveremos a herir.. Haré caso a mi conciencia, que no deja de insistir, que los dos solos debemos nuestro camino seguir.. Yo seguiré equivocándome , tropezando en mi vivir, pero teníendote lejos podré suprimir dañarte y yo morir.... Ahora debo asumir que de mi vida te he de despedir.. Mi alma los errores puede asumir pero la atan, el no poder elegir.. Voy a pagar el precio, para seguir viviendo feliz.. !Vete, te dejo partir!..