Desierto
Acuérdate de los arenales que enmarañan tu memoria… te fuiste por miedo, en silencio… creando entre tu cuerpo y el mío un desierto… Fina arena que en tormenta, las ruinas ha cubierto… Ahora vuelves, con la sonrisa pintada en el aire… y soplas y me traes los mares… Pero en mí ya no cabes… Mis templos veneran otras deidades… Dioses de pasión y guerra que me entregan… cuando yo quiera… y es que el desierto no se busca… se encuentra…