Te sugiero...
Te sugiero que no cambies, que llenes cada día de impulsos nuevos… que rompas esa rutina que te retenía, con amaneceres intensos…, que despiertes sonriendo de la siesta a medio día… Que la ilusión te ilumine los cafés de media tarde… y las cenas las disfrutes en la mejor compañía…, que cuando te acuestes, unos brazos te acunen con dulce melodía… Te sugiero que no cambies… alma mía…