Mártires



Dos golpes marcados a tiempo del creído y suculento, aspirante a trapecista, de una vida en falta de equilibrio, que doblega las virtudes del contenido, en aras del vendido… Dos roces que se reducen a un destino deprimente en mentes mártires de uno mismo… Donde los fuertes son débiles hojas y la fragilidad un buey encendido… Quizás abriendo las panzas incorruptas de los delgados aprensivos, se descubra la espesura de aquellos que no fuimos…

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