Mis pies...

Vuelves otra vez niña consentida… vuelves a mirarte los pies… ¿Qué quieres que te diga?, si vivimos en un mundo al revés… Donde los que pueden gritar, no gritan y los que no tienen ojos,… ven. Aprendemos de la mentira, comemos con el desdén… bebemos hipocresía  y respiramos un aire cruel… Caminamos siempre de rodillas, faltos de caricias y abrazos que nos digan… lo hacemos bien… Nos lanzamos besos, incluso sonrisas… tarjetas de presentación escritas… pero, ¿donde estamos cuando se nos necesita?... Levantemos la vista y podremos ver… que en la vida hay algo más, que nuestros propios pies…