Amo...
Grietas que surcan mi piel, como la herida del infiel que sucumbe ante los delirios perseguidos… Afligida después de haber cometido el pecado de probar tu miel, que como elixir de vida inunda mi boca concebida… nacida para el placer,… viviendo para ser poseída… muriendo por tu ser… y descubres que no solo compartes mi cuerpo, mi alma también se desnuda… fiel a tu llamada consentida…
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Yo lo he conocido. No puedes apartarte del fuego porque lo llevas dentro de ti... Y, sin embargo, de entre todas las pasiones que atormentan al hombre es la única que tiene sentido.