Dama errante
Opaca y longeva,
caminaba la dama errante,
hasta en aquel mismo instante
en que mi alma viera.
Con horrible muesca cortante,
hiciera que mi aliento contuviera.
Es mi destino y no obstante,
apartarme de ti, yo quisiera.
Que mi aliento vendido fuera.
!Es tan oscura,
tu mirada penetrante!
mi brazo en alto al acercarte,
detiene tu lenta andadura.
Con tu aliento gélido,
me dejas muda.
!No sigas, dama errante!
No me cubras con tu amargura,
mi alma aún está espectante
de amor, dulzura y ternura.
Comentarios
Te invito si lo seas a visitar mi web, y si te agrada a intercamviar poemas.
Felicidades y adelante
Elias Robles (profesor Saile Selbor).
http://www.naturalezavidaiuniverso.com
Un abrazo.